fuente: Cinemanet
CRÍTICA
Amaia acaba de dar a luz a su primera hija, Ione. Sus padres, Begoña y Koldo, van a quedarse en Madrid dos días para ayudarla a organizarse, y Javi, su marido, de momento también está a su lado. La niña es preciosa, aunque un bebé recién nacido requiere atención las 24 horas, por lo que es normal que Amaia se sienta extremadamente cansada.
No obstante, lo más complicado del momento es que Amaia sufre una depresión posparto, sin que nadie de su entorno se dé cuenta ni ella misma la sepa diagnosticar. Por tanto, a nadie se le ocurre pensar en pedir ayuda para tratar un trastorno tan natural, pero que constituye una fuente de sufrimiento para la mujer que lo padece.
Amaia está agotada, le duele el cuerpo, los puntos que le han dado en el parto y el pecho cuando da de mamar a su niña. También le duele el alma: está profundamente triste y no puede evitar llorar amargamente, aun sin motivo concreto.
Javi es técnico de iluminación en obras teatrales, y su trabajo le obliga a ausentarse de casa durante varios días, lo cual ahora provoca más aún las iras de Amaia. Sola en casa con la niña e incapaz de retomar su trabajo como traductora online, decide trasladarse a casa de sus padres, en un pueblo costero del País Vasco, con la esperanza de que la liberen un poco del cuidado de Ione y ella tenga tiempo y calma para trabajar.
Lo que ella no sabe es que huir no soluciona los problemas íntimos, hay que afrontarlos y ponerles remedio. Por otra parte, en la casa de su infancia el ambiente no resulta tan placentero como ella esperaba. No tiene los espacios de calma que necesitaría para sentarse al ordenador a traducir, y todavía no se ha liberado de la depresión que le causa una dolorosa inestabilidad emocional.
De forma inesperada, una triste circunstancia viene a desestabilizar todavía más su vida revuelta: a Begoña, su madre, le descubren una grave enfermedad, que la hace pasar de urgencia por el quirófano. De la noche a la mañana, Amaia se ve convertida en una ama de casa a la antigua usanza, con un bebé al que atender, una madre postrada en cama y un padre bondadoso pero incapaz de colaborar en otra cosa que en hacer la compra.
Poco a poco irá aprendiendo que la vida puede ser maravillosa, que el amor de pareja y la maternidad son un don, pero que un don no se nos otorga como una realidad cerrada y terminada, como un regalo de cumpleaños; un don se nos ofrece como una posibilidad extraordinaria que implica una tarea, un esfuerzo de nuestra parte.
El trabajo actoral es muy bueno. Laia Costa y Susi Sánchez están soberbias, y no quedan atrás Ramón Barea ni Mikel Bustamante. Un reparto magnífico para una película magnífica.
Ficha técnica
Título Original: Cinco lobitos
Dirección: Alauda Ruiz de Azúa
Guión: Alauda Ruiz de Azúa
País: España, 2022
Género: Drama
Interpretación: Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea, Mikel Bustamante, José Ramón Soroiz, Amber Williams
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