La familia Jové-Miró, de Lleida, asisten al Estiu Diferent desde hace 4 años y han querido contarnos su experiencia:
Estando en casa con nuestros hijos, preparando, como muchas familias, el material para el inicio del nuevo curso, recibimos una llamada. Es Paqui, una querida amiga y una de las iniciadoras del Estiu Diferent (Verano Diferente). Al oír su voz me vienen rápidamente muchos recuerdos de las vacaciones que, con su familia y muchas otras, hemos disfrutado juntos.
Los que ya habéis estado enseguida entenderéis de qué hablamos, porque es una experiencia difícil de olvidar. Para los que no habéis estado nunca nos gustaría que nuestras palabras sirvieran para que os hicierais una idea de qué es el Estiu Diferent.
Como su nombre muy bien indica, es una experiencia diferente. Un numeroso grupo de familias compartimos durante diez días nuestras vacaciones. Durante ese tiempo hacemos muchas actividades: senderismo, BTT, canoas, rafting, concursos y otras cosas más sencillas pero no por ello menos divertidas: construcción de presas en el rio, improvisados partidos de futbol y voleibol, caza de ranas, circuito de corre pasillos y “motos”….Todo ello gracias a la valiosa ayuda de un nutrido grupo de monitores que cuidan de nuestros hijos durante algunos momentos de la jornada.
Muchos de nosotros llevamos años repitiendo, porque pensamos que es difícil encontrar unas vacaciones familiares mejores. Las actividades de un año a otro no varían mucho, pero en cada edición nos lo pasamos en grande, ya esperamos las canoas, el show de los monitores, el cine fórum…, y es que el secreto no está solamente en lo que hacemos sino en cómo lo hacemos. En el Estiu Diferent las cosas se hacen con amor, alegría, humildad, tranquilidad, paciencia, compañerismo, sencillez, espíritu de servicio…, y todo esto se contagia, y engancha.
Poder acudir a las sesiones de Orientación Familiar en este ambiente, sabiendo que nuestros hijos están bien atendidos, hace que esta valiosa formación sea más fácil de llevar a cabo. Además, sin darnos cuenta, aprendemos unos de otros, muchas veces tan solo compartiendo el tiempo ó sólo escuchando.
Cuando finalizan las vacaciones, volvemos a la vida ordinaria y allí quedan crecidos y reforzados los valores que queremos para nuestra familia, los gratos recuerdos, los nuevos y viejos amigos, y las ganas de que llegue el próximo verano.